lunes, mayo 08, 2006

Confianza


La semana pasada me dejaron la memoria de Mercadona. Supermercados de Confianza. Ese es su lema que puedes leer debajo de cada rotulo a la entrada de cada supermercado.

¿Qué es la confianza? Llevo meses pensando en el término y he de reconocer que todavía no me siento cómodo con él. De todas las formas quiero compartir algunas reflexiones para intentar construir entre todos:

Primero lo busqué en el diccionario de la real academia la definición de confianza y de confiar. Entre las muchas que existen me quedo con (por este orden):

c.- Dar esperanza a alguien de que conseguirá lo que desea.

Y entonces pienso que es un buen valor para un líder tener confianza en sus miembros. ¿Cómo se siente uno cuando su jefe te proporciona la esperanza en que conseguirás lo que se desea?

Realmente es muy poderoso. ¡Proporcionar a los miembros de un equipo la esperanza de que conseguiremos aquello que deseamos!

Eso sí, habrá que desarrollar como conseguir generar esperanza en obtener los resultados deseados. Entonces hablaremos de optimismo, de desarrollo, de establecer objetivos, pero eso es cuestión de otra reflexión… o de otras muchas.

Pero entonces es cuando leo otra definición de confiar:

b.- Depositar en alguien, sin más seguridad que la buena fe y la opinión que de él se tiene, la hacienda, el secreto o cualquier otra cosa.

Y es que todo concepto es perverso si no se equilibra con su contrario. Confiar implica no tener seguridad, basarte en la buena fé o, como mucho, en la opinión creada. ¿no es un tanto peligroso? ¿o seré yo que soy desconfiado?

¿Tenemos que confiar en todas las personas por igual? Si nos basamos en la buena fe entiendo que si (lo que se llama una persona ingenua). E intuyo que la ingenuidad no es buen valor para los negocios. E incluso para las relaciones personales (?).

Entonces nos basamos en la opinión que tenemos de la otra persona. En su historia, en sus actos y comportamientos pasados. En ese caso ¿seguimos confiando ciegamente?

El contrario de confianza es control. Y el control, en su medida, es bueno (en exceso es terrible). Pues contrarresta la confianza y no nos permite ser ingenuos. Control en las normas más básicas. Todos nos hemos sentido bien cuando alguien (no tiene por que ser el jefe) llama la atención a uno de nosotros por “saltarse reiteradamente una norma básica”. Todos entendemos que es necesario un control o un seguimiento de las actividades de cada miembro del equipo. Y de los resultados del negocio. Y de los indicadores internos, y de…

Conclusión (por ahora): Generar confianza y gestionar en base a la confianza es muy poderoso, siempre y cuando lo contrarrestemos con algunas dosis de control.

Etiquetas:

3 Comments:

At 6:10 a. m., Blogger Julen Iturbe-Ormaetxe said...

Es una palabra muy seria y que tiene detrás tiempo, coherencia, constancia... y que, además, te la dan los demás. Quizá por su carga de profundidad no es tan fácil verla por estas empresas por las que andamos a diario.
Saludos.
Julen

 
At 12:24 p. m., Anonymous Anónimo said...

Un comentario rápido.
Aquella persona a la que le comprarias un coche de segunda mano...
Aqui influye el conocimiento de la persona y su forma de ser en el tiempo.
Otro. Si defraudan la confianza que depositas, pues aplica aquello de: la primera vez que me engañas es culpa tuya, la segunda es culpa mía.
Pero es un arma muy poderosa en las relaciones personales y cuando funciona compensa con creces las veces que no.
Sin duda cuando se alcanza un cierto nivel, sobran las palabras los mails, el control y muchas otras cosas de Dirección y gestión de personas...

 
At 6:45 p. m., Blogger Carmen Díaz said...

Por supuesto que es una palabra que lleva detrás coherencia, honestidad y yo diría más, lleva implícita la integridad. Si obtengo seguridad, doy confianza. Esa es la fórmula. Ahora, por mi experiencia sé que solo la confianza es capaz de generar excelencia humana...

 

Publicar un comentario

<< Home