viernes, octubre 26, 2007

Cuando el que más vende se convierte en el jefe

O el qué tiene más conocimientos técnicos. O el que sabe más de su especialidad…

… entonces, la organización puede tener un problema.

O no.

Es lógico promocionar a alguien en función de las características del puesto al que se le promociona y las funciones que tendrá en el futuro puesto… y no en función de lo bien que lo hace en su puesto actual. Sobre todo cuando la promoción implica coordinar, desarrollar y guiar personas.

El mejor técnico no es el mejor jefe. Por mucho que entienda bien a las máquinas, o interprete las estadísticas o programe los sistemas informáticos o… lo que sea que haga.

Ser jefe implica entender a las personas individualmente y como equipo, las relaciones que éstas crean, ser empático con los sentimientos de los demás, saber movilizar a la gente hacía una meta común, ser capaz de crear esa meta dentro del marco de la organización en la que uno trabaja... Y ninguna de esas características es clave para ser el que más vende, o el que mejor arregla las máquinas, o el que mejor programa, o el que mejor… Por lo tanto el que más vende no tiene por que ser el que mejor lo puede hacer como jefe.

Eso si… para ser un buen jefe has de haber triunfado en el puesto anterior. Tienes que haber sido un buen comercial, informático, mecánico, técnico… Sino es difícil obtener el reconocimiento de tu equipo y de la organización. Si no has triunfado en el puesto anterior, la solución no es la “huida hacía adelante”, sino la reflexión sincera. Y sino que se lo pregunten a Peter.

Pero entiendo que todo esto es bastante lógico, ¿no? Entonces ¿Porque en todas las organizaciones tenemos algún que otro jefe que ha llegado a esa posición por ser el mejor en la anterior?. ¿Porque nos seguimos confundiendo?

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5 Comments:

At 6:03 p. m., Anonymous Anónimo said...

Tienes toda la razón, tan malo es que solo se promocione en base al éxito anterior como que la decisión se tome por criterios puramente emocionales (confianza, similitud, feeling o llámalo X).

Muchas veces la ambigüedad (o inexistencia) de criterios para ocupar los puestos de mando o la dificultad para evaluar las competencias personales provoca que tengas que fiarte del "instinto".

Mis más sinceras felicitaciones por el blog, de parte de un recién llegado que repetirá lectura.

 
At 8:50 p. m., Anonymous Anónimo said...

Creo que tienes razon sin embargo en la practica, a veces es todo lo contrario, dodne yo trabajo como profesor de ingles (un conocido instituto de ingles) hay una señorita que es administradora y gerente que nunca ha tenido un cargo en la empresa y ni siquiera sabe el idioma ingles que opinan de eso?

 
At 1:08 a. m., Blogger DV RH said...

Ese es el famoso Principio de Peters: todo empleado asciende hasta alcanzar su mayor nivel de incompetencia.

Sds

 
At 1:12 p. m., Anonymous Anónimo said...

En total desacuerdo.
No se si habeis oido hablar del Red Monkey, supongo por los comentarios que no.
Lo que las empresas necesitan es innovar, innovar e innovar. Los jefes especialistas y superdotados frenan la innovación al saturarse de información, no por culpa suya sino a causa del sistema de econmía hiperdinámica en la que estamos inmersos.
El jefe del futuro (a partir de maãnana) es el que puede desarrollar una visión de futuro y sabe dirigir a un equipo para alcanzarla.
Me temo que los típicos licenciados con MBA lo tienen claro.
Las empresas no necesitan gestores en mantener el orden creado y controlarno sino innovadores que sepan anticipar y crecer hacia el futuro.
Paco

 
At 8:43 p. m., Anonymous Anónimo said...

Por favor pasadle un corrector ortográfico a los artículos antes de publicarlos...

 

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