miércoles, noviembre 07, 2007

El derecho a trabajar a gusto.

No se por qué, será por que estoy en un buen momento, pero últimamente me permito pensar sobre dónde no trabajar.

Hoy he recibido un email de alguien que me comentaba que no estaba a gusto en su trabajo. Hace ocho meses que cambió de trabajo y no es lo que esperaba. Según comenta no hay profesionalidad, seriedad y no comparte los valores.

Hay en Madrid una tasa de paro cercana al 6%, casi pleno empleo. Y aunque no la hubiera. ¿Por qué hemos de conformarnos con un trabajo en el que no estamos a gusto? No me refiero a que tengamos una racha mala, o que no aguantemos tal o tal cosa del jefe o del compañero o de un colaborador… Sino a ese sentimiento que uno tiene dentro que le dice que “no quiere ir a trabajar”.

Si uno deja de soñar y de luchar por sus sueños ¿Qué le queda?

Si uno se rinde y espera que sucedan las cosas ¿Qué puede esperar? A un amigo le gusta decir: hay personas que esperan a que sucedan las cosas… y otras que hacen que las cosas sucedan. Protagonistas de nuestras propias vidas. Y dónde sino está un trozo de esa vida sino en el trabajo al cual le dedicamos gran parte de nuestro tiempo.

Yo creo, lucho, deseo por tener el derecho a trabajar en algo o algún sitio en dónde se sienta a gusto. Y para que eso suceda es necesario tener la capacidad de elegir trabajo y empleador (incluso de ser uno mismo el empleador).

Y para poder elegir uno debe de estar preparado. Preparado en muchos aspectos: preparado para renunciar (elegir es renunciar), preparado para tomar riesgos, preparado para poder ofrecer algo a cambio (no podemos elegir si no "somos valiosos, sino aportamos valor") y preparado para pasar los momentos de incertidumbre y cambio. Si no hay incertidumbre y cambio es que no hay riesgo y sin riesgo no hay desarrollo, ni hay emoción, ni hay vida...

Gracias Xavier por enviarme el email que me ha hecho volver a pensar en todo esto.

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lunes, noviembre 05, 2007

No trabajes para empresas con precios baratos.

Quiero decir, una empresa que su “diferenciación” es ser barata. Como por ejemplo Walmart: Save Money. Live Better, reza su slogan. Toda empresa está para ganar dinero. Es como el respirar… sino gana dinero muere.

Una empresa que su estrategia es tener precios baratos, que se diferencia de las demás por dar un producto o servicio barato… en vez de por el servicio, por la calidad, la innovación, el conocimiento… Una empresa que lo que te ofrece son productos baratos ¿De dónde obtiene los beneficios? De recortar costes. Si el margen es bajo… los costes lo tienen que ser más.

¿Y que pasa con los empleados que trabajan para esas empresas? ¿Qué formación reciben? ¿Qué inversión hace esa empresa en su gente? ¿Se preocupa por ofrecerle desarrollo profesional o por ahorrar un poco más en el salario, seguros, beneficios sociales, tiempo libre, etc? ¿Por qué trabajar para ellas? Y además ¿Qué personas trabajan para ellas? ¿Qué puedes aprender de las personas que trabajan en este tipo de empresas?

Lo lei en The World is Flat. Entre otras cosas WalMart solo proporciona cobertura sanitaria al 45% de sus empleados, pues la política exige tener 6 meses de antigüedad y cubrir el 33% del coste. Su competidora Costco cubre al 96% de sus empleados fijos. ¿Quién va a precio bajos?

Y no nos fijemos en las empresas americanas… en España podemos encontrar bastantes que lo que nos ofrecen es productos baratos. Sólo eso. Como consumidores las adoramos… como empleados las repelemos. Es el sistema que tenemos.

¿Pero deberíamos adorarlas como consumidores? ¿Qué servicio nos dan? ¿Qué calidad? ¿Qué cobertura social? ¿Qué responsabilidad social despliegan esas empresas en su entorno más inmediato? y sobretodo ¿quién sustituye o complemente esa responsabilidad social: salarios, contaminación, educación, formación y desarrollo de los empleados,…? ¿Quizá seamos todos nosotros a través del estado del bienestar? O a través de alguna organización social.

Muchas preguntas para “mi yo consumidor”. Lo que está claro es que “mi yo empleado” prefiere trabajar en una empresa que aporta al consumidor servicio, calidad, innovación, rendimiento… cualquier cosa menos precios baratos.