viernes, septiembre 29, 2006

Rendimiento y desempeño


He leído este mes en Training & Development Digest que la mitad de las empresas no diferencian entre rendimiento y desempeño cuando evalúa a sus empleados (Fuente: Mecer).

Me vienen algunas reflexiones a la cabeza. La primera es que tiene todo el sentido diferenciar rendimiento de desempeño:

Rendimiento esta relacionado con la consecución de los objetivos. Y por lo tanto debe de estar relacionado con incentivos y remuneración. El típico ejemplo es si vendes más tienes un variable más alto.

Desempeño por su parte está relacionado con la forma de hacer las cosas. Independientemente de los objetivos que se logren. Por lo tanto tiene más que ver con las capacidades, actitudes y aptitudes de la persona y cómo ésta las utiliza. Tiene que ver con el desarrollo profesional, con la cultura de empresa, con los valores. Y tiene lógica que no se relacione con incentivos y remuneración variable.

Y se necesitan dos momentos diferenciados para hablar de cada cosa. Pues si relacionamos desempeño con retribución estamos “contaminando la conversación” y nadie reconocerá sus necesidades de mejora. Y el primer paso del desarrollo es el reconocimiento del área a desarrollar.

Por eso no diferenciar en las evaluaciones entre desempeño y resultados puede implicar “que el fin justifica los medios”, una cultura de empresa enfocada únicamente en el corto plazo (resultados hoy), una dificultad añadida entre responsable y colaborador para hablar del desarrollo profesional. En definitiva una traba al crecimiento de la empresa y sus personas.

Una pregunta final independientemente de las evaluaciones formales ¿Diferenciamos en el día a día desempeño y resultado?

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viernes, septiembre 22, 2006

Volver


Cuando empecé este blog el compromiso, conmigo y con mis allegados, fue escribir durante seis meses. Ya han pasado. Incluso las vacaciones han pasado.

Volver.
Con la frente marchita.

Esta semana volví a ESADE (la acaban de nombrar el Wall Street Jornal la mejor escuela de negocio… los rankings!). Y una idea me vino a la cabeza: La rutina ha vuelto.

Y aunque no quise el regreso
siempre se vuelve…
(al primer amor)


También volví a la oficina. Y la idea siguió en mi cabeza. Los temas pendientes, las nuevas tareas, nuevos proyectos, proyectos casi olvidados,…

Bajo el burlón
mirar de las estrellas
que con indiferencia
hoy me ven volver.

Me he dado cuenta que el día a día se ha apoderado de mi otra vez. Somos lo que hacemos día a día. Por esa misma razón, y por las peticiones de algunos (Pilar, Quique, Sonia, Mamen, Soco, etc), creo que volveré a tomar un compromiso de otros seis meses (de poco en poco) y seguir escribiendo en el blog.

Sentir
que es un soplo la vida
que veinte años no es nada
que febril la mirada
errante en las sombras
te busca y te nombra.

Escribir una o dos veces a la semana es una buena forma de reflexionar. De salir de la rutina. De pensar más allá. De pensar y reflexionar sobre otros temas. De intentar darnos cuenta del por qué hacemos las cosas, del sentido de nuestro trabajo.

Espero que al leerlo y al comentar algunas reflexiones en algunos surja el mismo efecto y podamos salir del día a día.

Esa es la intención. Reflexionar para seguir teniendo el sentido de las cosas en el punto de mira. Para saber el por qué hacemos las cosas.

Vivir
con el alma aferrada
a un dulce recuerdo
que lloro otra vez.



Y aunque el olvido
que todo destruye
haya matado mi vieja ilusión,
guardo escondida
una esperanza humilde
que es toda la fortuna
de mi corazón.