miércoles, junio 28, 2006

Seguimos contraofertando

He de reconocer que no me esperaba tantos comentarios sobre la reflexión de la contraoferta. ¡Muchas gracias a todos! Hay muy buenas ideas:

Como dice Sonia, "los valores no dan de comer al cuerpo alimentan el espiritu". Creo que tienes razón. La cuestión es que los valores no son tan tangibles como el salario a fin de mes... pero nos pueden hacer igual o más felices que el dinero.

Por favor, no me malinterpretéis, sin dinero (sin el suficiente dinero tal y como dice Angel) no hay ni motivación, ni rendimiento, ni felicidad, ni nada. Pero, como todos sabemos no es nada. Hablando en términos de motivación, y siguiendo la teoría de Herzberg, el dinero es un factor de motivación higienico: Si no tienes el suficiente estas desmotivado, pero si tienes en exceso no implica que estés más motivado.

Por eso mismo el comentario de Rafa tiene sentido. Si uno está mal retribuido (y retribución es mucho más que salario) entonces la contraoferta puede tener sentido. Aunque cabe preguntarse ¿Por qué llevo tanto tiempo sin estar retribuido "justamente"? ¿Es un comportamiento natural de mi empresa? ¿No me han valorado hasta ahora? ¿Por qué?. Algo parecido a lo que cuenta Juan.

El caso es que, como decía al principio, el salario se puede medir todos los meses cuando vemos la cuenta corriente. Otras cosas, como los valores de mi empresa, el proyecto personal y mi realización como persona y profresional, tiempo libre, mi desarrollo, mi nivel de estrés, el ambiente de trabajo... todo eso es mucho más difícil de medir. ¿o quizá no tanto? ¿No es verdad que todos tenemos un pequeño "termometro" que nos dice lo a gusto que estamos en el trabajo? Quizá el problema es que no lo escuchamos tanto como quisieramos.

Etiquetas: , ,

lunes, junio 19, 2006

Contraoferta


Estas semanas, entre otras cosas, estoy “liado” con varios procesos de selección. En uno de ellos dos candidatos finales se han retirado a última hora. Cuando habíamos quedado en una propuesta (económica, fecha de incorporación, etc.) me han llamado para decirme que su empresa les ha “contraoferado”.

¿Por qué contraoferta una empresa? Esta claro que por que no quiere que la persona se vaya. ¿Entonces por qué no le pagaba más antes? Pero lo más importante ¿por qué se va la persona de la empresa? ¿Es solo por dinero? Si es por eso… entonces me alegro de la contraoferta. No quiero en mi empresa personas que trabajen sólo, o sobre todo por dinero. No quiero personas que “a golpe de talonario” decidan dónde trabajar.

El dinero es importante. De hecho creo que en mi empresa pagamos bien. En los últimos tres años nadie se ha ido por dinero a otra empresa. Pero el dinero no lo es todo. El ambiente, los valores, el estilo de liderazgo, el proyecto que puede uno desarrollar, la inversión en formación y desarrollo, … todas esas cosas, junto con un salario saludable, deben de ser las cosas que hagan que las personas cambien o se queden en la empresa en la que trabajo.

Por eso me alegro seguir buscando personas que encajen con los valores de la empresa en la que trabajo, en vez de haber tenido la mala suerte (o error) de haber contratado a aquellos candidatos… porque ¿qué es lo que pedirán dentro de unos meses en su empresa? ¿Dinero o confianza? ¿Dinero o comunicación? ¿Dinero o desarrollo profesional? Yo creo que lo primero.

Etiquetas: , , ,

miércoles, junio 14, 2006

El ala oeste de la Casa Blanca

Hace poco, por mi cumpleaños, unos amigos me regalaron la primera temporada de la serie “El ala oeste de la Casa Blanca”. Es una de mis series preferidas, así que durante esta semana me he “empachado” a capítulos.

A pesar de ser una serie y por lo tanto ficción, me gusta el papel del Presidente. Es un tipo que escucha a su equipo, durante poco tiempo, tiene poco tiempo para cada tema, pero el que tiempo que dedica se dedica a escuchar atentamente. Su gente le puede contradecir a la cara. Le puede decir no. No hay ningún problema en ello. El lo admite (y si me apuras lo promueve). El sigue escuchando.

Incluso pueden hacerle bromas, el ambiente es distendido e informal, el gasta broma y si son malas no las ríen, e incluso en algunos momentos se llegan a reír de algún aspecto suyo.

Aún así, todo su equipo le respeta. Y cuando toma una decisión, después de haber escuchado, todo el mundo la acepta (aunque no la comparta y de vez en cuando sigan intentando entender el por qué).

La informalidad, sencillez y naturalidad no es contraproducente con el liderazgo. Creo que todo lo contrario. Aunque a algunos nos cueste entenderlo y de vez en cuando tenemos “esa pose de tener la responsabilidad”. Tengo la suerte de pertenecer a una organización que me lo demuestra cada día, y me lo enseña cada día a través de personas que trabajan conmigo.

Ser natural, no te hace más vulnerable, te hace más cercano, y por lo tanto entender mejor a tu equipo, comprender sus emociones y razones para tomar decisiones. Ya lo decía R. Boyaztis en “El líder resonante”.

lunes, junio 12, 2006

!Falta comunicación!



Durante estas tres últimas semanas algunas personas de mi empresa me han dicho, de una forma u otra, que falta comunicación dentro de la empresa. Es grave.

Cuando vine a la empresa fue una de las áreas de mejora que detecté. Era fácil, la comunicación interna es siempre una de las áreas de mejora. No se que es lo que sucede pero nunca funciona correctamente. ¿Qué tal es la comunicación en tu empresa?

No son excusas, yo como responsable de coordinar el desarrollo y la gestión de las personas en mi empresa tengo responsabilidad en la situación actual.

¿Cuál ha de ser el papel de Recursos Humanos en todo este tema de la Comunicación Interna? Primero detectar y analizar su estado. Después la siguiente es facilitar que la comunicación se produzca (de arriba a abajo, de abajo a arriba, entre áreas,…). Y aquí estamos hablando de herramientas, pero sobre todo de cultura. La comunicación la hacen las personas, la actitud de las personas, el tiempo que se dedican unos a otros en intercambiar información, opiniones, planes, emociones, etc. Ahhh y la solución no tiene por que ser más reuniones.

Ahora bien, ¿qué papel tienen los responsables de los equipos en la existencia o no de comunicación? ¿Qué cuentan a sus equipos? Y sobre todo ¿Qué escuchan de ellos? Recordemos que la comunicación una competencia básica del liderazgo. Sin comunicación es muy difícil movilizar. Un líder por definición ha de comunicar bien.

¿Y los miembros del equipo? ¿Qué responsabilidad tienen? ¿Qué les dicen a sus jefes? ¿Lo que “ellos/ellas” quieren oír o lo que quieren decir? ¿Y a sus compañeros del otro departamento? ¿Se acuerdan de traspasar toda la información? ¿Cuentan con ellos de cara a planificar una acción? ¿Cuentan con sus ideas?

Todos tenemos responsabilidades. Dicho esto, la mía es trabajar por una cultura de empresa que potencie la comunicación, desarrollar herramientas que ayuden a los responsables a trasmitir los mensajes principales, analizar el estado de la comunicación dentro de la empresa, preocuparme y coordinar los mensajes corporativos.

Y todo ello gracias a que algunas personas, dentro de la empresa, comunican sus inquietudes y proponen mejoras. No todo está perdido.

Etiquetas: , ,

sábado, junio 10, 2006

Los 7 hábitos


Leo a través de The Practice of Leadership que la Revista Forbes ha realizado una lista con los 20 libros más influyentes del 2002. En la lista hay muchos libros del 2000 y del 2001. Pero hay uno del 1990: Los siete hábitos de la gente altamente eficaz.

Después de más de 10 años, el libro de Stephen Covey sigue siendo modelo para todos aquellos que reflexionamos sobre liderazgo: Victoria Privada + Victora Pública + Aprendizaje Contínuo.

Del libro resaltaría dos ideas: Visión personal (victoria privada). Tener claro que a dónde vamos. Stephen en su libro nos propone un ejercicio: Imaginarnos nuestro propio entierro y pensar que es lo que nos gustaría que dijesen de nosotros. Tenemos una sola vida, no la desaprovechemos y luchemos por aquello que queremos ser.

La otra idea tiene que ver con la comunicación (victoria pública). Escuchar y ser escuchado. Escucha activa. Preocuparnos por los sentimientos e ideas de nuestro interlocutor. Empatía.

Son las dos ideas más potentes, para mi, del liderazgo: tener una visión y comunicarla (lo cuál significa transmitirla y escuchar y tener en cuenta las opiniones y emociones de los demás).

Por cierto en la lista todavía hay un libro aún más antiguo (1982): En busca de la excelencia. Y es que Tom Peters es mucho Tom Peters, aún cuando ahora escriba un libro en el que afirma que se confundió en 1982. O quizá su humildad tenga que ver con su éxito.

Etiquetas: , ,

miércoles, junio 07, 2006

Tengo sueño


Ayer después el trabajo fui al supermercado. Al salir para pagar me encontré con la cajera habitual con la que ya hemos cogido confianza mutua. La pregunté por el día:

.- ¿Qué tal el día?

La respuesta ya fue sorprendente:

.- ¿Cuál? ¿El mío?
.- Claro. La conteste yo.
.- Mejor ni te cuento. Tengo sueño, necesito dormir.
.- Bueno, esto lo solucionas esta noche, en cuanto llegues a casa. Conteste yo tratando de ser optimista.

Con cara de resignación me respondió:
.- En cuanto que salga de aquí me voy a trabajar. Tengo turno de noche.

Entendí que en otra empresa. Y me quedé sin palabras. Simplemente una mirada.

Cuándo voy a países como Sri Lanka, Kenia, Vietnam, India, me doy cuenta que soy un privilegiado por los medios de vida con los que cuento. Ayer me pasó en la cola del supermercado de enfrente de mi casa. Somos unos privilegiados. Cada vez hay más diferencia entre unos y otros. Y no sólo en la economía, sino en las oportunidades de educación, de trabajo, de empleo de nuestro tiempo.

¿Y que hacemos? ¿Qué podemos hacer? Supongo que nosotros, todos, como líderes (ya sea de nosotros mismos, de nuestro equipo o nuestra organización) tenemos un papel. ¿Y las personas de Recursos Humanos? ¿Tenemos alguna responsabilidad en todo esto?

Podemos responder que es el sistema, que es difícil cambiarlo. O podemos trabajar por que el puesto de trabajo sea una oportunidad de desarrollo profesional y personal, en dónde en vez de provocar sueño provoque satisfacción.

Todos tenemos responsabilidades sobre lo que sucede, el trabajador, el empresario, el jefe de equipo y el tipo de Recursos Humanos. Simplemente cada uno tiene que pensar cuál es la suya, como decía Alex Rovira en “La buena suerte”.

Etiquetas: