miércoles, mayo 24, 2006

Miedo


Hoy he participado en un foro sobre el miedo en las empresas. He oído muchas ideas interesante que quiero compartir.

Como siempre quiero empezar por la definición (da muchas pistas): Emoción desagradable y fuerte generada por la sensación de peligro.

La primera pista es que es una emoción, por lo que empiezo a intuir por que no se habla de miedo en las organizaciones. Esta mal visto hablar de emociones. Aunque como las meigas, haberlas haylas.

La segunda pista es que tiene que ver con el peligro. Es decir con la sensación de inseguridad. Por lo tanto dependiendo de nuestras inseguridades, así serán nuestros miedos.

Por ejemplo, comentaba una ponente, uno tiene diversos miedos dependiendo del momento en que se encuentre en su carrera profesional. A la entrada del primer empleo uno tiene miedo de no caer bien, miedo al rechazo, de no adaptarse a la cultura de la empresa, a que no sea admitido por el equipo de trabajo… Después de la primera promoción uno tiene miedo al fracaso, a no hacer correctamente su trabajo, a “estar a la altura”, etc. Cuándo uno está en puestos directivos uno tiene miedo a la perdida de poder, a no poder influenciar lo suficiente como para poder cambiar las cosas necesarias.

Además existen otros miedos en las empresas independientemente del momento profesional, miedo al cambio, miedo a la perdida del puesto de trabajo, miedo a las reacciones del jefe (o de los subordinados), miedo a no conseguir los objetivos, … en definitiva Miedo!!!

Y yo me pregunto ¿es bueno el miedo? Y para contestar a la pregunta me centro en las consecuencias del miedo. ¿Cómo actúa una persona con miedo?

Normalmente el miedo tiene consecuencias paralizantes. El miedo bloquea. Es un instinto natural que te pone en alerta ante un peligro. Esa es la parte buena del miedo. La parte mala es que, al menos en el terreno profesional, el miedo te impide tomar decisiones (“bloqueo”), merma la seguridad en uno mismo, la confianza en los demás, impide comunicarte fluida y honestamente con el resto del equipo, impide el optimismo, disminuye la creatividad y la asunción de responsabilidades. En definitiva es una limitación a la utilización del talento y la capacidad profesional.

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miércoles, mayo 17, 2006

Barça, Champions y humildad


Lo primero felicidades. Hoy el Barça ha ganado la Copa de Europa, y cuando escuchaba la radio ha habido un gesto que me ha llamado la atención. Frank Rijkaard no ha querido subir con sus jugadores a recoger la copa. Al final ha subido, pero no ha sido el centro de atención en ningún momento. ¿Una cuestión de humildad?

Creo que durante toda la temporada el Barça ha sido cauto con las posibilidades de éxito, siempre que le daban la condición de favorito, ellos se la quitaban (queda mucha liga…), siempre que alababan a un jugador (Eto’o) por su gol, respondía que había sido obra de todo un equipo… ¿humildad? ¿Tendrá que ver el gesto de hoy del entrenador, Frank Rijkaard, con la actitud de todo su equipo?

No digo que han ganado por humildad. Seguro que han ganado por muchas otras cosas (las cuales no comento pues no entiendo de fútbol). Pero hay dos reflexiones al respecto. ¿Es buena la humildad para un equipo? ¿Y para un líder? ¿Qué efectos tiene en el equipo? ¿Y en la relación entre ellos?

Dicen que liderar un equipo de figuras y estrellas es una de las cosas más difíciles. ¿Cómo ha conseguido Rijkaard que no haya disputas entre Eto’o, Deco, Ronaldinho, Puyol, …? ¿Tendrá algo que ver la humildad en todo esto? Yo creo que si. No lo ha sido todo, supongo que también ha encontrado el sentido de cada uno de ellos en la estructura del equipo. Y supongo que habrá habido otras muchas cosas, pero la humildad creo que puede ser valor interesante para un líder.

Y para que el valor tome raíces en el equipo, la actitud y coherencia del líder es fundamental. Intuyo que por eso el gesto de Rijkaard de no subir a coger la copa, ni ser el foco de atención en el momento de celebración pública.

Hablando de valores, Ronaldinho hoy estrenaba tobilleras y en una de ellas ponía “alegría”. Creo que es otro valor, este personal, de Ronaldihino. Me he acordado de una charla que he tenido hoy con Salvador García (experto internacional sobre Dirección por Valores) en la que proponía que uno de los valores de las compañías fuese la alegría. ¿Cómo sería una empresa en la que dos de sus valores fuesen alegría y humildad? ¿Trabajaríamos todos más a gusto? ¿Quebraría o habría beneficios? ¿Llegaremos a verlo alguna vez?

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lunes, mayo 08, 2006

Confianza


La semana pasada me dejaron la memoria de Mercadona. Supermercados de Confianza. Ese es su lema que puedes leer debajo de cada rotulo a la entrada de cada supermercado.

¿Qué es la confianza? Llevo meses pensando en el término y he de reconocer que todavía no me siento cómodo con él. De todas las formas quiero compartir algunas reflexiones para intentar construir entre todos:

Primero lo busqué en el diccionario de la real academia la definición de confianza y de confiar. Entre las muchas que existen me quedo con (por este orden):

c.- Dar esperanza a alguien de que conseguirá lo que desea.

Y entonces pienso que es un buen valor para un líder tener confianza en sus miembros. ¿Cómo se siente uno cuando su jefe te proporciona la esperanza en que conseguirás lo que se desea?

Realmente es muy poderoso. ¡Proporcionar a los miembros de un equipo la esperanza de que conseguiremos aquello que deseamos!

Eso sí, habrá que desarrollar como conseguir generar esperanza en obtener los resultados deseados. Entonces hablaremos de optimismo, de desarrollo, de establecer objetivos, pero eso es cuestión de otra reflexión… o de otras muchas.

Pero entonces es cuando leo otra definición de confiar:

b.- Depositar en alguien, sin más seguridad que la buena fe y la opinión que de él se tiene, la hacienda, el secreto o cualquier otra cosa.

Y es que todo concepto es perverso si no se equilibra con su contrario. Confiar implica no tener seguridad, basarte en la buena fé o, como mucho, en la opinión creada. ¿no es un tanto peligroso? ¿o seré yo que soy desconfiado?

¿Tenemos que confiar en todas las personas por igual? Si nos basamos en la buena fe entiendo que si (lo que se llama una persona ingenua). E intuyo que la ingenuidad no es buen valor para los negocios. E incluso para las relaciones personales (?).

Entonces nos basamos en la opinión que tenemos de la otra persona. En su historia, en sus actos y comportamientos pasados. En ese caso ¿seguimos confiando ciegamente?

El contrario de confianza es control. Y el control, en su medida, es bueno (en exceso es terrible). Pues contrarresta la confianza y no nos permite ser ingenuos. Control en las normas más básicas. Todos nos hemos sentido bien cuando alguien (no tiene por que ser el jefe) llama la atención a uno de nosotros por “saltarse reiteradamente una norma básica”. Todos entendemos que es necesario un control o un seguimiento de las actividades de cada miembro del equipo. Y de los resultados del negocio. Y de los indicadores internos, y de…

Conclusión (por ahora): Generar confianza y gestionar en base a la confianza es muy poderoso, siempre y cuando lo contrarrestemos con algunas dosis de control.

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